Tras más de quince años de experiencia en el campo de la gestión de las personas, y de las personalidades (traducción y consultorio intergeneracional en RRHH), hay algo que tengo claro: todos tenemos nuestro propio punto de vista y percibimos de forma diferente la misma realidad.
Aquellas personas que son capaces de adaptarse a sus interlocutores, de entender desde otros puntos de vista, de ponerse en el lugar de otros (aunque no estén de acuerdo con ellos), y de enfocar la comunicación desde un punto de vista "TÚ" en lugar de desde su propio punto de vista, son personas que tendrán éxito en sus relaciones con los demás (y en su relación consigo mismas) y tendrán la máxima aceptación en los proyectos que planteen.
Tenemos dos orejas y una sola boca...por algo será, y como decía Larry King: "Nunca aprendí nada mientras estaba hablando".
A pocas personas se les presenta la oportunidad de reinventarse y rediseñar su vida profesional, así que, desde que he llegado a Chile, me siento como en un anuncio de Ikea.
No penséis que es fácil…tuve el síndrome de la escritora primeriza sentada ante una página en blanco durante horas (sólo que mi hiperactividad me impedía estar sentada durante horas frente a nada…). En mi cabeza una maraña de ideas entre las que se encontraban, además de la posibilidad de trabajar en RRHH o Comunicación interna en alguna empresa Chilena:
¿En qué desembocará todo esto? De momento creo que tengo más que suficiente hasta que garbanzo tome forma y tenga nombre, cara, ojos e historia propia.
Hasta entonces estaré la mar de entretenida poniendo las bases de mis próximos retos.